Decir que en fotografía lo que más importa es la luz puede ser una redundancia, ya que justamente de la voz griega para la palabra luz (photo) es que viene la palabra fotografía. Para el madrileño Antonio Graell esto parece ser claro, ya que sus trabajos pueden entenderse antes que nada como la búsqueda de efectos estéticos basados en la luz y en el color.
De hecho incluso las cuestiones temáticas pasan a segundo plano ante la fuerza de de la luz y del color. Graell realiza fotografías eróticas basadas muy frecuentemente en temáticas bdsm, pero el contenido directo de las imágenes parece ser bastante menos importante que su efecto visual. En realidad, antes que escenas bedesemeras, Graell compone cuerpos y manchas de colores vivos fuertemente iluminadas y con mucho contraste sobre fondo negro.
Una búsqueda estética tan potente solo se puede hacer bien desde un precisión técnica absoluta, y desde una minusiosa preparación de cada toma. Claro está que la espontaneidad o el hecho de captar un momento, quedan de lado, pero en este caso no se echan de menos, ya que lo importante de la obra de este artista está en otro lado.
Una reflexión sobre la técnica (sus posibilidades y sus límites) parece dominar la obra de Graell, que lo ha llevado a buscar nuevas posibilidades de mezcla entre las técnicas digitales y las químicas en lo que él llama la halurización del pixel. Esta técnica consiste en utilizar una fotografía digital para imprimir una película
fotosensible de haluros de plata, utilizando la luz emanada de la pantalla de la computadora. Sobre el resultado de tales experimentos nada puedo decir ya que -a menos que la muestra de Graell aterrice en Montevideo- estoy condenado a ver solamente sus imagenes digitales, hayan sido éstas en su origen átomos o pixeles o una mezcla de ambas cosas.
Graell es un fotógrafo con una extensísima trayectoria, parte de la cual se puede disfrutar desde su muy buena página web, con una buena cantidad de material para ver o bajar, y a la cual se accede desde este enlace: Graell.
De hecho incluso las cuestiones temáticas pasan a segundo plano ante la fuerza de de la luz y del color. Graell realiza fotografías eróticas basadas muy frecuentemente en temáticas bdsm, pero el contenido directo de las imágenes parece ser bastante menos importante que su efecto visual. En realidad, antes que escenas bedesemeras, Graell compone cuerpos y manchas de colores vivos fuertemente iluminadas y con mucho contraste sobre fondo negro.
Una búsqueda estética tan potente solo se puede hacer bien desde un precisión técnica absoluta, y desde una minusiosa preparación de cada toma. Claro está que la espontaneidad o el hecho de captar un momento, quedan de lado, pero en este caso no se echan de menos, ya que lo importante de la obra de este artista está en otro lado.
Una reflexión sobre la técnica (sus posibilidades y sus límites) parece dominar la obra de Graell, que lo ha llevado a buscar nuevas posibilidades de mezcla entre las técnicas digitales y las químicas en lo que él llama la halurización del pixel. Esta técnica consiste en utilizar una fotografía digital para imprimir una película
fotosensible de haluros de plata, utilizando la luz emanada de la pantalla de la computadora. Sobre el resultado de tales experimentos nada puedo decir ya que -a menos que la muestra de Graell aterrice en Montevideo- estoy condenado a ver solamente sus imagenes digitales, hayan sido éstas en su origen átomos o pixeles o una mezcla de ambas cosas.Graell es un fotógrafo con una extensísima trayectoria, parte de la cual se puede disfrutar desde su muy buena página web, con una buena cantidad de material para ver o bajar, y a la cual se accede desde este enlace: Graell.
